El amor de una mujer no tiene limites ni medidas, solo basta con tratarla con la mas profunda de las sutilezas para que estos hermosos seres nos colmen con el mas bello de sus sentimientos, a veces es hasta abrumador, como que cansa, pero cuando ya no las tenemos a nuestro lado exigimos, rogamos y hasta suplicamos que esten a nuestro lado, porque no existe manera de estar sin ellas.
A muchos varones nos pasa lo mismo, nos creemos el amo de ellas, no las damos su lugar, nos paseamos con el amor desinteresado que nos demuestran y al final somos los primeros perdedores porque no encontramos consuelo ante la falta de su compañía y ahi es cuando recien decimos extrañarla. Pase por eso y se lo que dificil que es.
Lo que encontre en este bello poema refleja de una manera muy elegante todas las vicisitudes que tanto varones como mujeres pasamos en la vida. Las mujeres preocupadas mas por su belleza exterior que cultivar un verdadero sentir de un amor puro y sin recompensas y los varones que buscamos lo que en casa ya tenemos a basto, solo tenemos que llenarla de amor para que sea felicidad plena. Haber si reflexionamos con este bello poema:
EL DULCE SABOR DE UNA MUJER EXQUISITA
(Por Gabriel García Marquez)
Si aún no ha pasado el bisturí por tu piel,
si no tienes implantes de silicona en alguna parte de tu cuerpo,
si los rollitos no te generan trauma,
si nunca has sufrido de anorexia
si tu estatura no afecta tu desarrollo personal
si cuando vas a la playa prefieres divertirte en el mar
y no estar sobre una toalla durante horas,
si crees que la fidelidad sí es posible y la practicas,
si sabes cómo se prepara un arroz,
si puedes preparar un almuerzo completo,
si tu prioridad no es ser rubia a como de lugar,
si no te levantas a las 4:00 a.m. para llegar primera al gimnasio,
si puedes salir con ropa de gimnasia tranquila a la calle un domingo
sin una gota de maquillaje en el rostro...
ESTÁS EN VÍA DE EXTINCIÓN....
Una mujer exquisita no es aquella que más hombres tiene a sus pies,
si no aquella que tiene uno solo que la hace realmente feliz.
Una mujer hermosa no es la más joven, ni la más flaca,
ni la que tiene el cutis más terso o el cabello más llamativo,
es aquella que con tan sólo una franca y abierta sonrisa
y un buen consejo puede alegrarte la vida.
Una mujer valiosa no es aquella que tiene más títulos,
ni más cargos académicos,
es aquella que sacrifica su sueño temporalmente por hacer felices a los demás.
Una mujer exquisita no es la más ardiente
(aunque si me preguntan a mí, todas las mujeres son muy ardientes...
Los que estamos fuera de foco somos los hombres )
sino la que vibra al hacer el amor solamente con el hombre que ama.
Una mujer interesante no es aquella que se siente halagada al ser admirada por su belleza
y elegancia, es aquella mujer firme de carácter.
Y un HOMBRE... UN HOMBRE EXQUISITO es aquel que valora a una mujer así...
Que se siente orgulloso de tenerla como compañera....
Que sabe tocarla como un músico virtuosísimo toca su amado instrumento...
Que lucha a su lado compartiendo todos sus roles,
desde lavar platos y atender tripones,
hasta devolverle los masajes y cuidados que ella le prodigó antes....
La verdad, compañeros hombres,
es que las mujeres en eso de ser 'Muy machas' nos llevan gran recorrido...
¡Qué tontos hemos sido -y somos-
cuando valoramos el regalo solamente por la vistosidad de su empaque...!
Tonto y mil veces tonto el hombre que come mierda en la calle,
teniendo un exquisitímo manjar en casa.