Y vuelvo despues de muchas semanas de descanso forzado (me quede sin trabajo y no hubo quien pagara el internet) a escribir en mi blog. La verdad que tenía muchas ideas, muchas historias que contar, pero es muy molestoso escribir desde una cabina de internet. Pero ahora siento la necesidad imperiosa de contarles algo muy interesante.
Como saben hace semanas atraz mi familia tuvo la perdida irreparable de una persona muy amada por nosotros. Principalmente yo la consideraba como mi segunda madre, ya que esta persona siempre estuvo pendiente de mi y me mostro mucho afecto y amor en su existencia.
Lo que me paso la semana pasada es digno para resaltar hasta que punto (si es que existe un punto final) una madre puede sacrificar todo su tiempo y espacio para resarcir los daños que los hijos podemos ocacionar (en este caso, especialmente yo) para brindar la tranquilidad, paz y armonia familiar. Sucede que el jueves 01 de mayo fuí victima de un secuestro por las inmediaciones de La Laguna. Mi error fue tomar unas cervezas con un "amigo" quien recien conocia. Este sujeto acompañado de otras personas me toman por el cuello desmayandome para luego introducirme en el interior de la maletera de mi auto. Cuando reacciones ya estaba con un profundo miedo, pero gracias a Dios que la maletera se abrio y pude escaparme aventandome hacia al pista cuando mi auto que estaba siendo conducido por los ladrones, empezo a bajar la velocidad. De inmediato puse mi denuncia.
Desde ese instante hubo una persona que siempre estuvo a mi lado (como siempre en todos los problemas que meto). Esa persona recorrio todo Huánuco con el fin de encontrar mi auto. Se dio su tiempo, abandono a mis hermanas por no dejarme solo, ya que la verdad, solo no hubiera podido solucionar este problema. Mi madre tuvo que aguantarse los lios con mi padre por mi culpa, pero todo eso no la derroto para darme su apoyo incondicional. Una vez mas hizo magia para conseguir dinero y empezar con la busqueda de mi auto, hasta que tuvimo que viajar a la ciudad de Churin donde estaba abandonado mi auto. El viaje de inda fue todo un caos, pasamos peripecias, pasamos los peores momentos de nuestras vidas y yo siempre me preguntaba: ¿Porqué ella tiene que sufrir todo esto si el culpable soy yo?. Es que una madre es así, jamas abandonara a sus hijos en los peores momentos de sus vidas. Pueden tragarse el lio con sus esposos, con sus demas hijos, con sus familiares pero no no claudicar en el apoyo constante e incondicional hacia su hijo. No es engreimiento ni esas cosas, cualquiera madre hace eso. Puede hasta pasarse dos noches durmiendo con un frio intenso en el interior de un auto con tal de no dejar a su hijo.
La verdad que yo me ponia muy mal lo que le estaba haciendo pasar a mi madre en visperas de celebrar su gran día, ella no se merecia todo esto. No queria que las cosas sucedan así, pero de lo que algo siempre voy a estar totalmente convencido es que jamas podemos dejar de confiar en el apoyo de ese maravillos ser que nos dió vida. A veces seremos ingratos y no mediremos el daño que le hacemos a ese corazón noble, pero jamas debemos dejarla de amar, porque aunque nosotros hagamos la peor de las estupideces, no hay mejor amigo que te ayude, de esos no podemos ni confiarnos, mas que solamente de nuestras madres.
Gracias a ella y a su apoyo constante es que pude recuperar mi auto y traerlo de vuelta a casa.
1 comentario:
Madre solo hay una. Y la tuya es muy grande. :) Saludos para ella, si?
Un abrazo.
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